Artemisia Domus está situada en el interior de un antiguo edificio nobiliario en el casco antiguo de Nápoles. El edificio, construido en la segunda mitad del siglo XVIII, está rodeado de callejuelas y plazas entrelazadas e inmersas en las maravillas de esta ciudad, de una belleza fuera de lo común. Como todos los edificios antiguos de Nápoles que encierran fascinantes historias y secretos milenarios, Artemisia Domus custodia obras de arte de gran valor como sus frescos, que han sido diestramente restaurados.
Se han contado muchas historias sobre este antiguo edificio que sigue mostrando las huellas de su pasado nobiliario en numerosos detalles. El patio interior, por ejemplo, era utilizado por los señores del palacio como local para guardar los carruajes y todavía hoy son visibles en sus paredes las antiguas argollas a las que se ataban los caballos. Según los relatos populares y las habladurías, a lo largo de los años este elegante apartamento con paredes pintadas al fresco era una casa de citas, como efectivamente ocurría en muchas de las residencias nobiliarias de Nápoles. No sabemos si es verdad o si se trata de una leyenda digna de una película de Totò, pero lo que sí es cierto es que en este edificio histórico se respira un aire lleno de encanto y seducción, donde parece que se ha detenido el tiempo.
El establecimiento ofrece habitaciones luminosas y completamente insonorizadas, diestramente restauradas con gusto y respeto por lo antiguo, además de cuatro elegantes suites con SPA que les recibirán en un espacio único, equipado con todas las comodidades, para que disfruten de su estancia con una inolvidable sensación de bienestar. Las acogedoras habitaciones y suites con SPA están pensadas para brindar el máximo confort y versatilidad a los huéspedes gracias a pequeños detalles que marcan la diferencia. Todos estos detalles están pensados y diseñados para que vivan una experiencia única e inolvidable.
El nombre de Artemisia Domus se inspira en la famosa “pintora” Artemisia Gentileschi, que encontró casa precisamente en la capital partenopea tras los turbulentos años transcurridos entre Roma, Florencia y Venecia. Esta valiente y talentosa pintora se enamoró de Nápoles, donde falleció y fue sepultada después de años de inspirado trabajo. Sus obras son visibles todavía hoy en la catedral de Pozzuoli y precisamente a los trabajos más famosos de esta brillante pintora están dedicadas las habitaciones de Artemisia Domus. Cada habitación o suite les hablará de historias de amor y de poesía.