HOSPITALIDAD DE ENCANTO
Cambiando el dicho en positivo, pasar buenas noches en la ciudad se hace bastante simple y confortable gracias a una nouvelle vague que ve florecer un número cada vez mayor de pequeños hoteles boutique tanto en el centro histórico como cerca del mar, en contextos domésticos.
Y de la hospitalidad refinada hacen un punto de honor también en el Artemisia Domus, cuyas ocho habitaciones se asoman al Claustro de Santa Clara